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Farmacia Rural y Pequeña Rentable: qué es de verdad (y qué no)

¿Tu farmacia es rentable?

Sin anestesia. Piénsalo.

Y no me refiero a si facturas mucho, si tienes un montón de clientes o si en tu equipo cuentas con uno o con once colaboradores.
Ni a si llegas al rappel, eres oro, premium o super chupi para el laboratorio de turno.
Ni a si te da para hacerte unas vacaciones en un lugar idílico cada año.

Te pregunto si, después de pagar, trabajar y correr… te queda beneficio real.

Y también te pregunto si te queda tiempo, energía, cabeza… y ganas de seguir con la misma ilusión del principio… o con más.

Porque desde fuera se ve bonito: “La boticaria del pueblo seguro que está forrada” “Vente a este viaje improvisado… que tú eres la jefa”

Pero cuando estás dentro y miras los números, los tiempos, el agotamiento y la carga mental… la cosa cambia.

Porque las farmacias venden mucho.  Objetivamente, 300mil euros de venta es mucho para el 90% de la población, aunque en este sector no sea tanto. Venden mucho, facturan mucho, pero sus titulares tienen el alma agotada.

Y hay miles de farmacéuticas que hacen malabares, pero no saben si están ganando… o simplemente sobreviviendo.

En la Comunidad Impulsa sabemos que “rentabilidad” es mucho más que ganar más.

En este artículo te hablo…

  • De lo que sí es una farmacia rentable.
  • De lo que no es (aunque parezca que sí).
  • Y de cómo puedes empezar a construir una farmacia saludable, con una rentabilidad real, una farmacia rentable, saludable, según tus cánones, tu realidad… y tu manera de hacer las cosas sin perder la vida en ello.

Como digo a la Comunidad Impulsa desde 2018:

Una farmacia rentable que te permita vivir DE tu farmacia y no PARA tu farmacia.


1.- Lo que NO es una farmacia rentable.

Hay muchas farmacias que parecen rentables… pero no lo son.

Farmacias con una buena venta, con buena reputación en su pueblo o su barrio, con locales apañados, no lujo, pero resultones, unas redes sociales más que decentes y que van creciendo poco a poco…

Parece que todo está correcto.

Pero, cuando te paras a mirar… y yo conozco muchas de esas farmacias por dentro, cuando rascas un poquito, ves que no es oro todo lo que reduce y que muchas veces lo que dejan detrás es a su titular con más cansancio que beneficio.

Vamos a poner nombre a lo que no es una farmacia rentable.

1.1.- Una farmacia con buena venta… y poco margen… no es rentable.

Sí, facturar 700, 800, 900 mil. € suena bien. Suena a que todo va fenomenal. Pero no es lo que vendes, sino el margen que te deja a final de año.

Si haces el esfuerzo de comprar directo para tener mejores condiciones y luego repercutes todo el descuento de todos los productos en el precio de venta al público y, además, pones el mismo margen de un 27 o un 30% a todo… el descuento se va por el desagüe. Venderás más… puede, pero en términos de rentabilidad es un error.

La diferencia entre compras y ventas es lo que te habla de beneficio, y también la rotación… Rentabilidad no es el descuento que te aplican.

Además, si haces promociones sin saber exactamente cuántos euros has dejado de ganar en cada una o cuánto más has ganado por aumentar tus ventas o haces descuentos “porque hay que hacer algo”, lo que queda al final es un espejismo.

Te pongo un ejemplo:

Compras antigripales a una conocida marca. Aprietas al siguiente tramo para conseguir el mínimo del 12% de descuento. Te cargas de producto para dos años. Como es medicamento, el precio es el que es.

Te ofrecen el antigripal de la marca a la que compras los genéricos, con un 40 de descuento, pidiendo lo que necesitas sólo para dos meses…

¿Qué tiene más lógica?

Ya, ya sé que el conocido es el que te piden, que hay que hacer un esfuerzo en preguntar si el paciente tiene tos o no la tiene… pero ¡En serio!

Que eres experta en el medicamento y preguntar es lo que se supone que tienes que hacer. Si ganas menos por no preguntar, indagar y hacer un buen consejo farmacéutico… yo no lo entiendo.

Y si hablamos de parafarmacia he visto promociones en las que se da la segunda unidad al 50% cuando se está sacando por producto independiente un 27 de margen… ¿Sabes que el resultado es que se pierde dinero?

O campañas que cuesta un montón montar, con escaparate chulísimo, regalo de neceseres, un taller de desmaquillantes… echando 10 horas extras por semana para prepararlo todo.

Y luego, cuando lo analizas, ves que “todo fue bien” pero habías ganado… lo mismo que otro mes sin campaña, pero habiendo trabajado el doble.

Mucha compra… o mucha venta sin análisis no es rentabilidad…

Es ruido. Es agotamiento. Y es que no vas a ver venir el golpe.

1.2.- Una farmacia con stock hasta el techo no es una farmacia rentable.

Este es un clásico. Farmacias llenas de productos porque:

  • “Están de oferta”.
  • “Mira que es que tengo que llegar a objetivos este trimestre”.
  • “Igual algún día los vendo”

Y mientras tanto…

  • Miles de euros parados en las estanterías.
  • Productos caducados que hay que barrer (literalmente).
  • Espacio ocupado que impide incorporar lo que sí se vende.

Cuando compré mi segunda farmacia me encontré con algo que seguramente te suena:

* 18 marcas de omeprazol distintas.
* Un picoteo de antigripales.
* Otro picoteo de cremas de manos, solares y labiales
Bueno, un poquito de cada cosa porque… es que nos piden de todo.

Sí, había variedad. Pero también había contornos de ojos o medias de compresión del año que lo pidas.

¿Rentabilidad de ese surtido? Cero.
¿Sensación de control? Menos diez.

Como media, para una farmacia que tiene un 80 de venta a seguro, el stock debería ser, a PVP, como un 10% de las ventas totales del año… Más o menos.

¿Cuánto es el tuyo?

Si tienes más, si tu almacén parece una cápsula del tiempo… no estás ganando. Estás acumulando. Y lo acumulado no paga facturas. Ni da vacaciones.

Tengo una guía gratuita en la que te explico los pasos para tener una Farmacia Rural Rentable.

>>> Te puedes descargar la Guía «Farmacia Rural Rentable» en este enlace.

1.3.- Una farmacia que va bien “por fuera” pero agota por dentro no es más rentable.

Y este es el dolor más grande de la mayor parte de las titulares de farmacia.

Farmacias que, en números, parecen que funcionan pero cuya titular está al borde del colapso. Que no duerme tranquila porque no sabe si la cabeza le va a decir “basta ya” este mes. Que se siente sola, atrapada, culpable por no llegar a todo.

Hablaba estos días con una titular que lleva 20 años en farmacia comunitaria, vocacional, de las que siempre están pendientes del paciente… Pero que cada vez que llega la Renta en junio dice: “¿De verdad merece la pena tanto esfuerzo?¿Y si lo dejo todo y me voy trabajar de adjunta otra vez?”

Facturas pagadas. Rappel conseguido. Equipo implicado. Y aún así, se siente frustrada.

Eso no es rentabilidad.

Eso es vivir PARA la farmacia… y no DE la farmacia.

Lo rentable no puede ser lo que se lleva por delante tu energía, tu tiempo, tus relaciones o tu salud mental. No puede ser que ganes dinero, pero pierdas vida.

Así que no.

Una farmacia rentable no es la que factura más, ni la que tiene más stock, ni la que parece perfecta en Instagram.
Es la que te permite vivir mejor, con control, con estrategia y con margen.

Y eso es justo lo que vamos a ir construyendo a partir de ahora.

2.- ¿Qué es una farmacia rural o pequeña rentable?

Después de ver todo lo que NO es una farmacia rentable, llega el momento de sentar las bases de lo que sí lo es.

Y aquí no hablamos de magia ni de fórmulas universales, sino de algo mucho más poderoso: una rentabilidad alineada con tu realidad, tus valores y tu manera de estar en la farmacia. Un mix entre lo que objetivamente es un negocio rentable y lo que para ti es una farmacia saludable, rentable y de éxito según tus estándares.

Yo te explico lo que vivimos en la Comunidad Impulsa.

Vamos paso a paso.

2.1.- Una farmacia rentable tiene una titular con control sobre los números y que toma decisiones con datos.

Una farmacéutica que no se deja llevar por impulsos ni por promesas. Tampoco decide “por intuición” o porque “el laboratorio lo pone fácil”.

Una farmacia rentable sabe qué vende, qué no, cuánto margen obtiene y en qué se le va el dinero.

Y ese control no significa usar 14 herramientas digitales ni tener un Excel con 12 pestañas. Significa tener claro lo esencial:

  • ¿Qué categorías aportan más margen?
  • ¿Cuáles se están comiendo el stock?
  • ¿Qué promociones funcionan y cuáles solo ocupan espacio?

En la farmacia funciona también la regla de Pareto: el 80% de tus ventas viene del 20% de tus productos. Y ahí, en ese 20% es donde tienes que empezar a actuar.
En una farmacia rural o pequeña también pasa Esto no es cosa de las grandes. Pasa en medicamentos y en parafarmacia. Te invito a mirarlo en tu programa de gestión.

Cuando trabajo según este criterio con mis clientas, normalmente ocurren cosas como que, al revisar sus datos, el 70% de las ventas de cosmética venían de muy poquitos productos. Tenía un montón de referencias en stock, muchas repetidas por marca, pero sólo rotaban esas pocas.

¿Solución?: Listar lo que no rotaba, hablar con los laboratorios, simplificar las compras y enfocar las campañas, la formación y la comunicación principalmente en esas necesidades detectadas.

Resultado: menos stock parado, más rotación, más ventas y más control. Eso es rentabilidad real.

No es hacer más. Es hacer mejor con lo que ya tienes.

Y si no sabes por dónde empezar: empieza por revisar tus 10 productos más vendidos del mes… y pregúntate si tus compras van alineadas con eso.

2.2.- Una farmacia rentable, saludable, invierte su tiempo y energía donde más impacto tiene.

Esto es fundamental. Porque hay titulares que trabajan 10 ó 12 horas al día… y aún así sienten que no llegan. ¿Dónde se va ese tiempo?

  • En tareas repetitivas.
  • En arreglar lo que no se ha hecho bien.
  • En decisiones improvisadas.
  • En apagar fuegos… en lugar de organizar la extinción.

Una farmacia rentable tiene a su titular pensando como empresaria, no sólo como boticaria.

Eso no significa dejar el mostrador. Significa que hay tiempo para lo importante, y no sólo para lo urgente.

Una titular de farmacia pequeña me dijo en una sesión privada que estaba tan metida en el día a día que no tenía ni media hora para sentarse a ver qué quería hacer con la farmacia ese año.

Así no se puede liderar.
Así se sobrevive, pero no se construye.

  • ¿Qué es, de todo lo que haces, lo que te acerca más a tus objetivos?
  • ¿Qué es, de todo lo que haces, lo que podría hacer otra persona por ti? Alguien del equipo o alguien externo que contrates.
  • ¿Cuánto tiempo reservas cada semana para pensar en el futuro y construirlo, desde ya, como te gustaría?

Cada minuto que ganas para hacer esta labor, multiplica la rentabilidad de tu negocio en términos económicos y, por supuesto, de calidad de vida.
Cuando logras parar, mirar, revisar procesos, formar al equipo y poner foco… todo cambia.

No hace falta ser una gran farmacia, ni tener un equipo de muchas personas.
Hace falta tener claridad y rutinas.

Y eso sí genera rentabilidad: menos errores, menos tiempo perdido, más coherencia entre lo que quieres y lo que tienes.
Entre lo que quieres y lo que haces.
Entre tu presente y tu farmacia ideal.
La tuya, no la de otros ni la que se supone que tiene que ser.

2.3.- Una farmacia rentable sostiene a su titular y le permite vivir bien.

Esta es la parte más importante, la que nunca se ve en los números… pero se nota en la cara.

Una farmacia rentable no es sólo la que te da un sueldo (que debería ser mayor que el de una adjunta… o por lo menos igual). Es la que te permite vivir con dignidad, equilibrio y libertad.

  • ¿Puedes tomarte unos días sin que todo se derrumbe?
  • ¿Te vas a casa con energía o con la cabeza a punto de explotar?
  • ¿Tienes claridad sobre lo que quieres… o sólo estás intentando sobrevivir cada semana?

Una farmacia rentable no tiene por qué crecer sin parar.
Puede ser pequeña, estable, eficiente y humana.

Lo que importa es que esté alineada contigo.

Hay un libro, “The company of one” que ilustra perfectamente esto. Ser grande o ser pequeña puede ser una elección. Y, desde luego, elegir es, la mayor parte de las veces, una opción al alcance de tu mano.

En el Congreso de Farmacia Rural del mes de mayo hablé con titulares que me decían que tenían una farmacia a su medida. Con una facturación suficiente para lo que necesitaban. Con tiempo para dedicar a su familia o a sí mismas. Eso es rentabilidad.

Porque no se trata sólo de ganar más. Se trata de que lo que ganes te dé una vida que merezca la pena.

Te lo repito: una farmacia rentable es la que te permite vivir DE tu farmacia, no PARA ella.

Así que no. No es cuestión de números enormes ni de tener 20mil seguidores en redes. Es cuestión de claridad, foco, estrategia… y una forma de gestionar que te devuelva el control y el propósito, que esté alineada con tu vocación.

Y esa farmacia rentable, aunque ahora te parezca lejana, se puede construir. Paso a paso. Con método. Sin perderte en lo que no importa.

Una farmacia rentable es aquella que gana más de lo que gasta, sí. Pero también:

  • Usa bien sus recursos (productos, tiempo, equipo).
  • Tiene procesos que funcionan.
  • Se adapta al entorno y a su clientela real.
  • Y te permite vivir bien. Con espacio mental, físico y económico.

La rentabilidad no es sólo margen.
Rentabilidad es sostenibilidad con sentido.

3.- Cómo empezar a construir una rentabilidad real (y sostenible) en tu farmacia.

Vale. Ya hemos desmontado el mito. Ya hemos dejado claro que facturar mucho no significa ganar más. Y que, si no te da la vida, aunque la cola salga por la puerta y tengas el bolsillo bien lleno… eso no es rentabilidad… por lo menos no mi concepto de rentabilidad.

Así que ahora viene lo importante:

¿Cómo empiezo a construir una farmacia que me sostenga a mí… y no al revés?

Sin fórmulas mágicas.
Sin promesas vacías.
Sin unicornios de colores.
Sólo pasos concretos y realistas.

Vamos allá.

3.1.- Empieza por mirar, no por hacer.

Lo primero no es hacer más. Que sí, que mi lema es la acción marca la diferencia. Pero no acción a lo loco. Lo primero es mirar con honestidad lo que ya hay. Tu realidad.

No hace falta tecnología puntera. Hace falta parar y observar.

  • ¿Qué productos llevan meses ocupando espacio?
  • ¿Qué tareas repites cada día sin saber si realmente aportan algo?
  • ¿Qué decisiones estás tomando en piloto automático, sin saber si están alineadas con tu objetivo, con la manera en la que quieres vivir tu vida y llevar tu farmacia?

Una farmacia rentable empieza con una mirada honesta, dolorosamente sincera, no con una reforma, un robot ni una página web.

Y esa mirada, ya te aviso, puede incomodar. De hecho, muchas de las titulares con las que trabajo, me dicen que es algo que habían evitado hasta ese momento porque mirarse al espejo es un acto de valor que a veces duele.

Porque mirar es asumir. Y asumir duele. Pero también libera.

En este artículo del blog te hablo de la importancia del análisis en la farmacia rural o pequeña. Revísalo aquí si no lo has leído.

3.2.- Haz las cuentas que importan.

Usa datos útiles. No todos, sólo los que necesitas. No se trata de hacer un máster en Excel. Se trata de hacer las cuentas que cuentan.

  1. ¿Cuáles son tus 10 productos más vendidos y qué margen te dejan?
  2. ¿Qué categoría te genera más beneficio real?
  3. ¿Dónde se va el dinero cada mes… y dónde se queda atascado el margen?

Te lo digo así de claro: No saber cuánto te cuesta ganar un euro es como conducir con los ojos medio cerrados. Y en una farmacia pequeña o rural, donde no sobran los recursos, esto no es un detalle sin importancia. Es urgente..

3.3.- Ponte un objetivo mínimo viable.

Nada de “quiero una farmacia súper eficiente y digitalizada y zen”. No. Un objetivo pequeño, alcanzable y que puedas medir.

¿A qué me refiero?

  • Detectar el los productos D este mes.
  • Dar salida a 5 referencias de zombis cada semana durante el verano (que vienen forasteros y es más fácil).
  • Revisar los márgenes de tu top 10 productos.
  • Bloquear una hora a la semana para revisar compras y ventas.

La rentabilidad de tu farmacia empieza con una sola acción. No con 20 planes a medio hacer.

3.4.- Suma, no te cargues.

Si tienes equipo, involúcralo. Si no, rodéate de personas que te ayuden (proveedores, asesores, comunidad…). Lo importante es no hacerlo todo tú.

Porque si te pasas el día tomando decisiones sola, no sabes si son buenas o simplemente las únicas que ves. No estás sola. Pero si no delegas, no compartes, no escuchas otra mirada… la soledad de la titular se vuelve una condena.

Tu farmacia necesita que tú pienses con claridad.
No que te conviertas en pulpo.

3.5.- Evalúa con cabeza, no con culpa.

Cada semana, o al menos cada mes, revísate sin machacarte:

  1. ¿Qué ha ido bien?
  2. ¿Qué harías distinto?
  3. ¿Qué vas a probar ahora?

Y ojo, que esto no es para exigirte más.
Es para darte feedback realista, como haces con tus pacientes.

La rentabilidad no es perfección. Es mejora continua, con un objetivo y sin prisas.

En resumen: Una farmacia rentable no nace del caos ni de ser una superheroína en la sombra.

Nace cuando:

  • Paras.
  • Miras con un objetivo.
  • Decides con datos.
  • Y actúas desde tu propósito, desde tu vocación, desde tus metas, no desde la urgencia.

Y si hoy te cuesta… recuerda que se puede empezar con lo mínimo: una hoja, un boli y 15 minutos de verdad contigo misma.

>>> Puedes descargar la guía «Farmacia Rural Rentable» en este enlace.

La rentabilidad real no es la que se ve con brilli brilli en un escenario. La rentabilidad real, una farmacia saludable tiene orden, foco, decisiones valientes y pequeñas victorias cada día.

Y se construye. Paso a paso. Como estás haciendo tú.

Resumiendo:

  1. Una farmacia rentable no es la que más vende, sino la que sabe dónde gana y dónde pierde.
  2. La rentabilidad no es sólo económica: incluye tiempo, energía y bienestar.
  3. Para construir una farmacia saludable, rentable, necesitas foco, análisis… y dejar de hacer cosas “porque siempre se han hecho así”.


Minuto inspiración.
Tu farmacia no tiene que parecerse a ninguna. Tiene que sostenerte, darte libertad y servir a tu comunidad desde lo que tú eliges. Esa es la verdadera rentabilidad.
La que te devuelve a ti el control.
La que te permite vivir DE tu farmacia… y no PARA tu farmacia.

📌 Y ahora te toca a ti:

Piensa y responde en comentarios:

1.- ¿Qué productos llevan meses ocupando espacio?
2.- ¿Qué tareas repites cada día sin saber si realmente aportan algo?
3.- ¿Qué decisiones estás tomando en piloto automático, sin saber si están alineadas con tu objetivo, con la manera en la que quieres vivir tu vida y llevar tu farmacia?

Comenta y comparte porque, así, aprendemos todas.

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