Hay días que son un no parar.
Desde que abres la farmacia hasta que cierras por la noche, no has parado ni un segundo.
Has hecho el pedido, las facturas, mostrador, formaciones, has solucionado lo de esa receta que no salía… y has tachado un montón de tareas en tu lista.
Pero… al final del día, te preguntas: ¿Para qué era todo esto?
Hoy vengo con una reflexión un poco incómoda: ¿Y si no fuera tanto lo que haces, sino por qué lo haces… lo que de verdad importa?
Vamos a hablar del sentido detrás de cada cosa que haces. Pero, sobre todo, de algo aún más importante: cómo ser fiel a ti misma en medio de tanto hacer, hacer, hacer.
Si tú también sientes que te pierdes en el día a día de la gestión de tu farmacia, estás en el lugar correcto.
Índice
1.- ¿Qué significa el “Porqué” de una farmacéutica titular?
Hay quien también se refiere al “porqué” con el “para qué”. Lo llamemos como lo llamemos, vamos a ver lo que es.
A ver. Hay cosas que todo el mundo hace en la farmacia: atender al paciente, hacer pedidos, gestionar facturas, hablar con el equipo, resolver dudas, colocar las estanterías, apagar fuegos…
Eso no es, o no tiene por qué ser, lo más importante para ti.
Bueno, sí es importante, es necesario para la función de la farmacia. Es LO-QUE-HACES
Pero lo que de verdad determina cómo te sientes cada día no es qué haces, ni siquiera cómo lo haces. Lo que marca la diferencia es el por qué lo haces. La razón última.
- ¿Lo haces para cumplir?
- ¿Para agradar?
- ¿Para que no se quejen?
- ¿Para no sentir culpa?
¿O lo haces… para construir algo que tenga sentido para ti?
El “porqué” es ese propósito de vida, esa razón última por la que te metiste en esto.
Hay titulares que me dicen que es porque quieren dejar un legado, o porque quieren que las personas del barrio estén más sanas, o porque quieren ganar dinero y ahorrar para tener una jubilación tranquila… no hay respuestas correctas o incorrectas. Nada es bueno ni malo.
Es tu razón última, tu propósito, tu porqué. Ese “porqué” es la brújula que te guía cuando el camino se llena de tareas, de expectativas, de urgencias.
Cuando pierdes tu “porqué”, todo se convierte en una rueda de hamster.
Un hacer por hacer. Un correr sin saber hacia dónde.
2.- Las trampas que te alejan de ti misma.
Cuando una titular de farmacia deja de preguntarse “¿por qué hago esto?”, empiezan a pasar cosas sutiles… pero peligrosas.
Te cuento tres trampas muy comunes:
Trampa 1: El deber mal entendido.
“Lo hago porque toca”. Si quiero progresar, de adjunta pasaré a titular. O porque así, al salir de industria, aprovecho y cojo una farmacia.
“Porque siempre se ha hecho. Porque es lo que se espera.” Es la farmacia de mi familia y, claro, hay que seguir con la tradición familiar.
Y un día te das cuenta de que estás cumpliendo con todo, con las expectativas de otros… menos contigo.
Trampa 2: La validación externa.
“A ver si con esto por fin valoran lo que hago.”
Puedes ser tu familia, tus clientes, e incluso tu equipo o tus compañeros.
Pero a veces ese aplauso nunca llega. Y lo peor: aunque llegue… no te llena.
Trampa 3: Confundir responsabilidad con sacrificio.
“Tengo que aguantar. Ser fuerte. Sacar esto adelante como sea.”
Y le echas horas, y energía, y renuncias a lo que es tan importante para ti, días con la familia, tus paseos, tu lectura… y, poco a poco, te vas perdiendo dentro de tu propio proyecto.
Haces mucho. Cumples con todo. Pero no te reconoces en lo que estás construyendo.
Ser titular de farmacia es una manera de vivir.
Puedes enfocarlo como quieras: desde la vocación, desde la rentabilidad, pero tiene que estar alineado contigo.
Y, si caes en estas trampas, no estás alineada, incluso en lo más obvio.
He visto titulares de farmacias pequeñas con una vocación sanitaria brutal, agobiadas, sintiendo que van corriendo detrás de una farmacia súper comercial, sólo volcada en vender por vender… No tiene sentido. Esto se entiende perfectamente. ¿verdad? Es obvio… pero, a veces, se puede olvidar.
3.- Toca volver a ti.
Te propongo algo muy sencillo, pero muy potente. Recupera tu brújula.
Pregúntate: ¿Qué valores quiero que guíen mi forma de trabajar y de vivir?
No lo que “debería” ser. Lo que tú eliges que sea.
- Servicio: tu actividad estará dirigida hacia el bienestar de los que te rodean.
- Libertad: tu día a día te tiene que permitir ser dueña de tu tiempo y tus decisiones.
Para mí es importante la sencillez, y todo lo que hago en mi empresa y en mi trabajo está dirigido a hacernos la vida más sencilla. Lo que sea complejo no tiene cabida.
Revisa tu agenda como un acto de fidelidad hacia ti.
¿Qué tareas de esta semana reflejan lo que tú valoras de verdad?
¿Cuáles haces sólo por presión, rutina o miedo?
Dedica tu tiempo a lo que esté alineado contigo.
Algunos sapos te tendrás que tragar, claro, a todas nos pasa. Pero si la mayor parte de tu agenda está compuesta por actividades que no resuenan contigo… algo está fallando. Si es temporal, por las circunstancias, lo compro. Pero, cuidado, que no se alargue en el tiempo porque estarás traicionando tu propósito.
Haz un pacto contigo.
No con tu versión perfecta sino con la mujer que quieres ser. Con la profesional que quiere liderar sin dejarse a sí misma para el final.
Perfectamente imperfecta, sin juzgar, con la misma mirada comprensiva que tienes para los demás. Comprométete y mantén tu compromiso contigo misma.
Practica decisiones pequeñas… pero fieles a tu propósito.
Un NO dicho a tiempo.
Una tarea que dejas de hacer porque no tiene sentido.
Una conversación pendiente que abordas ya.
Una hora para ti sin culpa.
Ser coherente con tu “porqué” es una forma de liderazgo.
Y también… de autocuidado.
Sé que quieres tener una farmacia rentable según tus cánones, pero el día a día te arrastra. Si hoy te cuesta… recuerda que se puede empezar con lo mínimo: una hoja, un boli y 15 minutos de verdad contigo misma.
>> Puedes descargar la guia “Farmacia Rural Rentable” en este enlace.
Resumiendo.
No se trata de hacer más. Se trata de que lo que hagas, te represente.
De que cuando mires tu farmacia… no sólo veas un lugar en el que pasas los días apagando fuegos ni un negocio funcionando, sino un lugar que tiene sentido para ti.
✨ MINUTO INSPIRACIÓN
Imagina que tu farmacia fuera un diario. Un diario donde escribes cada noche y cada acción, cada producto, cada forma de tratar al equipo, la manera en la que te tratas a ti misma… cuenta algo sobre ti.
¿Lo que escribes en ese diario refleja quién eres?
¿O lo que otros esperan que seas?
Volver a ti no es egoísmo, es responsabilidad.
Porque si tú no estás en el centro de tu farmacia… entonces, ¿quién está?
📌 Y ahora te toca a ti:
Piensa y responde en comentarios:
Revisar una sola decisión al día que hayas tomado esta semana y pregúntate con honestidad:
- ¿Lo has hecho por miedo?
- ¿Por inercia?
- ¿O porque realmente lo eliges y te representa?
Comenta y comparte porque, así, aprendemos todas.


